Desde la llegada de internet y el nacimiento de las nuevas tecnologías,
han surgido nuevas perspectivas que han cambiado la forma en que concebimos los
ambientes de enseñanza y aprendizaje. El conectivismo, por ejemplo, hace
referencia a una sociedad en red, en la cual no existe una barrera
espacio-temporal. Esto es posible gracias a la existencia de la tecnología las
cuales se han convertido en aliados estratégicos de la educación y la nueva
forma de trabajar en las aulas.
Estos nuevos entornos de aprendizaje complementan y diversifican la
oferta educativa brindando nuevas oportunidades no solo para quienes desean
estudiar, sino también para quienes desean lograr mejores resultados en sus
labores académicas. Un ejemplo de estos nuevos ambientes de aprendizaje, es el
aula virtual, que ha evidenciado un crecimiento tanto en cursos avanzados como
en cursos técnicos, profesionales y gratuitos.
El aprendizaje a distancia, que solía considerarse extraño, ahora se
acepta y se promueve en todo el mundo. Y en este contexto los cursos en línea
forman parte de la educación a distancia, que es una forma de enseñar en un
entorno virtual a través de videos, libros electrónicos y otros materiales
digitales.
Finalmente, a nivel local la herramienta de mensajería instantánea
llamada WhatsApp surge en este contexto de pandemia como un nuevo ambiente de
aprendizaje que permite la enseñanza en línea. Esta herramienta para el
aprendizaje a distancia es conocida por su practicidad, agilidad, cantidad de
contenido que se puede compartir, y la posibilidad de interactuar con los
estudiantes y maestros de manera sincrónica y asincrónica.
Desde sus
planteamientos nos presentan Bautista, Borges y Fores (2008) algunos aspectos
relacionados con los roles del estudiante y del docente que inciden en el
diseño y la planificación de un NAA, entre ellos destacan:
• La asincronía: La construcción y disposición del tiempo virtual
y real: Los estudiantes y, por supuesto, el docente, entran al aula virtual,
contactan con el resto de participantes y acceden a los materiales y recursos
cuando y desde donde más les convenga. Intervienen la flexibilidad y las
posibilidades de comunicación que conforman el proceso, planificando la acción
formativa de modo que pueda adaptarse a diversos ritmos de aprendizaje.
• La planificación y organización del trabajo docente. En la virtualidad es recomendable una
organización didáctica adecuada y estructurada del entorno, así como la planificación
del tiempo que el docente dedicará a realizar el acompañamiento del aprendizaje.
• La necesidad de una didáctica diferente. Planificar la formación, proponiendo
estrategias y actividades que ayuden a los estudiantes a descubrir los aspectos
que requieren aprender.
• La planificación
de la docencia en equipo. En
estos entornos se trabajará, la mayoría de las veces, en grupos
interdisciplinarios para diseñar y planificar la formación.
• La comunicación entre los participantes. La mayor parte de la comunicación es textual y
con sentido unidireccional y se puede lograr que esta comunicación sea
expresiva, cercana y cálida. Las producciones textuales contienen una mayor
amplitud en lo que se expresa y riqueza en su contenido.
• La gestión de la diversidad cultural. Se presenta en estos espacios formativos una
descontextualización local de los contenidos los cuales deben atender y
adaptarse a las necesidades y características individuales, además de un trato
amable, sutil y cuidadoso por parte de todos los participantes en respetar las
diferencias y características Socioculturales, así como una actitud abierta y
receptiva para aprovecharlas y enriquecerse con ellas.
Fuentes Web:
Nuevas tecnologías, la era de una sociedad interconectada, una oportunidad de progreso:
A, M. del C. P. de, & Telleria, M. B.
(2012). Las TIC en la educación: Nuevos ambientes de aprendizaje para la
interacción educativa. Revista de
Teoría y Didáctica de las Ciencias Sociales, 18, 83-112.